Wojtyla era un gran personaje, un poeta, un humanista y un líder carismático considerado como un santo vivo por parte de muchos polacos.
Antes de llegar a ser el Papa, Juan Pablo II fue el arzobispo de Cracovia, por esta razón mucha gente durante las últimas décadas se dedicaba a peregrinar a Cracovia para ver los lugares relacionados con su vida: la Calle Tyniecka número 10, a la que se mudó desde Wadowice en 1938 como estudiante de 18 años, las casas de la Calle Kanoniczna, donde vivía como obispo y el Palacio de los Obispos en la calle Franciszkanska número 3 con la famosa ventana desde la que saludaba a la gente cada vez que visitaba Polonia, la Iglesia de Santo Stanislaus Kostka donde celebró su primera misa pública y la Basílica de San Florian, su parroquia en los años 1951-1958. Durante el viaje tendrá a su disposición a un guía privado.
Después de ver estos lugares, pasará la mitad del día fuera de Cracovia, primero en el Templo de la Divina Misericordia en Lagiewniki dedicado a la Santa Faustina Kowalska, y luego en Kalwaria Zebrzydowska – un lugar de peregrinación construido en estilo barroco de valor especial para Juan Pablo II y uno de los monumentos del patrimonio cultural de UNESCO. Ahí podrá ver el monasterio barroco de los bernardinos y la fascinante Vía Dolorosa – una serie de capillas edificadas a lo largo del pueblo y uno de los monumentos mencionados por UNESCO.
Como punto final del viaje, llegará a Wadowice, a 4 kilómetros de Kalwaria, donde podrá ver la casa del Papa en la calle Koscielna, donde nació Wojtyla (si tiene suerte podrá visitar el pequeño museo que se halla ahí, pero será muy difícil dado que las colas son siempre muy largas y no se puede reservar entradas con antelación), la parroquia del pueblo, las pastelerías donde se pueden comprar los dulces que le gustaban al Papa cuando era niño y el área en el que solía jugar fútbol. En todas las ocasiones le acompañará nuestro guía profesional.