Czestochowa es una ciudad situada en las tierras altas de Cracovia y Czestochowa, entre peñas jurásicas, con hermosas ruinas de castillos medievales. Para la mayoría de los polacos, Czestochowa es un lugar santo, donde se halla el monasterio de Jasna Gora y el ícono de la Virgen de Czestochowa asociado con muchos milagros. El santuario es conocido en todo el mundo como uno de los lugares más importantes de peregrinación. Los dichos milagros y la magnífica arquitectura de la ciudad, suscita el interés de numerosos turistas cada año.
Czestochowa es la capital espiritual de Polonia por excelencia siendo la gran parte del país de religión católica. El monasterio de Jasna Gora es un lugar de culto y una de los destinos más importantes del mundo cristiano dentro del peregrinaje. Además, este lugar llegó a ser el pilar de la identidad polaca asociada con la religión católica, pues la larga historia del monte de Jasna Gora nos cuenta de asedios por parte de los suecos, los rusos y los alemanes: todas ellas naciones de otras creencias.
El santuario de la Virgen de Czestochowa también constituye uno de los tesoros de la arquitectura del siglo XV, el templo sufrió modificaciones en el estilo renacentista y barroco. Cada año, 5 millones de turistas y peregrinos visitan el monasterio. La mayoría de ellos sólo visita la iglesia y el santuario, sin hacer caso al resto de la ciudad. Durante la etapa comunista, las autoridades convirtieron a Czestochowa en una ciudad mayoritariamente industrial despojándola de todo interés turístico. La calle más destacable de la ciudad es la Avenida de la Santísima Virgen María que va desde el monte de Jasna Gora hacia la plaza mayor. Una de las atracciones turísticas de la cuidad es el Museo de fósforos que se halla en la antigua fábrica.
Czestochowa se sitúa en el sur de Polonia, a 140 km de Cracovia, al lado del río Warta y sus afluentes: Konopka y Stradomka. En términos administrativos, Czestochowa forma parte de la provincia de Silesia siendo la segunda ciudad más grande después de Katowice. En términos geográficos, sin embargo, Czestochowa pertenece a las tierras altas de Cracovia-Czestochowa. La altura media de estas tierras es de 350-450 m sobre el nivel del mar. El sendero de los Nidos de Águilas, los castillos construidos en las peñas jurásicas conocidas como Olsztyn, Ogrodzieniec, Ojcow y Pieskowa Skala constituyen los mayores atractivos naturales de la región. Todas estas construcciones, junto con Jasna Gora, constituyeron una poderosa una línea de fortificaciones pensada para defenderse del enemigos.
El nombre Czestochowa se documenta por primera vez en 1220, pero se supone que la ciudad fue fundada ya en el siglo XI. Los orígenes del nombre “Czestochowa” tienen mucho que ver con la palabra Czestoch (también Czestobor, Czestomir) que es, según las fuentes, el nombre del fundador de la ciudad. En el siglo XIV, Czestochowa fue designada como una ciudad y en 1502 rey Zygmunt I la incluyó bajo la Ley de Magdeburgo.
El desarrollo intensivo de la ciudad comenzó tras la llegada de la Orden de los Paulinos de Hungría a finales del siglo XIV. En aquél momento se construyó el monasterio de Jasna Gora. Dos años más tarde los monjes recibieron el ícono de la Vírgen que empezó a atraer a peregrinos de todo el mundo. El primer santuario de ladrillo y piedra fue construido en el siglo XV. Más tarde, en el siglo XVII, se convirtió en una fortaleza.
El monasterio de los paulinos jugó un papel muy importante durante la invasión de los Suecos en 1655 conocida como „El Diluvio”, durante el cual 4 mil suecos asediaron Jasna Gora durante meses. El monte sólo tenía 250 defensores, pero nunca llegó a ser conquistado, de ahí el mito de Jasna Gora la invencible y de sus valientes defensores. En el siglo XVIII, Jasna Gora sirvió como una fortaleza de los Confederaciones de Bar en la lucha contra los rusos. La batalla fue dirigida por Kazimierz Pulaski, famoso por su participación en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, durante la cual murió de una grave herida.
Después de la segunda Partición de Polonia, Czestochowa formó parte de Prusia. Posteriormente, durante las Guerras Napoleónicas formó parte del Ducado de Varsovia establecido por el Emperador de Francia. En el año 1815 Czestochowa fue incorporada al Reino de Polonia que dependía de Rusia. En el siglo XIX tuvo lugar un rápido desarrollo económico de la ciudad. En 1819 comenzaron las obras relacionadas con la construcción de la Avenida de la Santísima Virgen María. En 1846 la inauguración de la línea férrea entre Viena y Varsovia estimuló el desarrollo de Czestochowa conectándola con el resto de Europa. A raíz de este hecho aparecieron nuevas fábricas y centros de producción.
Después de la Primera Guerra Mundial Czestochowa volvió a formar parte de Polonia nuevamente. Sin embargo no pudo posicionarse ya que sus plantas siderúrgicas y minas eran menos eficientes que las de Katowice recientemente incorporada al territorio. En 1939 los Nazis tomaron la ciudad y la anexionaron al Gobierno General. Durante la Segunda Guerra Mundial prácticamente toda la comunidad judía, unas 40 mil personas fue asesianada cruelmente. En enero de 1945 el Ejército Rojo salvó el monasterio de los paulinos que había sido minado por los alemanes. Después de la guerra, la industrialización de la ciudad continuó. Las plantas siderúrgicas de Czestochowa, construidas en el siglo XIX, se renovaron y extendieron tomando el nuevo nombre de “Boleslaw Beirut”, el primer presidente comunista de Polonia. Hoy en día Czestochowa es un importante centro industrial y académico.