El magnífico casco antiguo de Torun es tan importante a escala internacional que fue añadida a la lista del Patrimonio Mundial de UNESCO en 1997. Su arquitectura gótica se parece al barrio histórico de Gdansk pero con un ambiente muy distinto pues Torun es mucho más agradable y mucho más tranquilo que Gdansk, que siempre está lleno visitantes. El centro de Torun ofrece una gran cantidad de cafeterías y bares para descansar después de visitar la ciudad. Torun se especializa en preparar las famosas galletas de jengibre cuya tradición data de muchos años.
Después de la Segunda Guerra Mundial esta tranquila ciudad de tamaño medio llegó a ser un gran centro industrial especializado en la producción de fibras sintéticas. Hoy en día la mayoría de las fábricas está cerrada y Torun se concentra en su actividad turística. En el casco antiguo podemos admirar interesantes lugares que datan de la Edad Media, como por ejemplo la Iglesia de Santa María, la Catedral de San Juan y el Ayuntamiento. Admirar el panorama que ofrece el barrio histórico de la ciudad desde el lado izquierdo del río o desde el puente, especialmente bien iluminado por los faroles durante la noche, es uno de los mayores placeres que ofrece Torun.
Como la mayoría de las ciudades polacas, Torun tiene una compleja historia. Durante unos cuantos siglos, Torun estuvo dominada por los Caballeros Teutónicos, luego formó parte de la Liga Hanseática. En su arquitectura podemos apreciar la influencia de la dominación prusa y alemana.
Siendo la ciudad natal del astrónomo Nicolaus Copernicus, Torun también fue un centro científico muy importante, especializado en astronomía. En el casco antiguo se halla un planetario, y en Piwnice cerca de Torun, se sitúa el observatorio que alberga el telescopio más grande de Polonia.
Además de ser un centro académico y una destinación turística, Torun es una ciudad llena de la vida cultural y artística, donde se celebran festivales tales como Kontakt (festival teatral) o Probaltica (festival musical).
Torun se sitúa en el valle del río Vístula. La parte histórica y la mayoría de la ciudad se sitúa al norte (al lado derecho del río). La ubicación de la ciudad está directamente relacionada con su desarrollo del comercio en el pasado y la aceleración del crecimiento económico de Torun. La ciudad es famosa como destinación turística sobre todo durante el verano, cuando los estudiantes universitarios vuelven a sus hogares.
Torun es una de las dos capitales de la región de Kujawy-Pomerania. Debido a la ubicación de la región cerca de los lagos de Pomerania goza de abundantes lugares turísticos y deportivos rodeados por lagos y bosques.
Los primeros asentamientos eslavos aparecieron en el territorio de Torun ya en el siglo XI. La ciudad fue fundada en 1233 por la Orden de Caballeros Teutónicos traída a Polonia por el príncipe de Mazovia para defender la frontera del norte. A la ciudad, también se le conocía como “Thorn”, que es su nombre alemán, en aquellos tiempos estaba rodeada por muros y guardada por un castillo construido por los Caballeros Teutónicos cerca del casco antiguo.
Torun crecía muy rápido y atrajo muchos mercaderes y artesanos. Para acomodar los recién llegados, se estableció la Ciudad Nueva en 1264 que contaba con su propio ayuntamiento y mercado. El desarrollo de la ciudad entre los siglos XIII y XVI fue muy rápido a pesar de las guerras teutónico-polacas que tuvieron lugar en aquella época. Las guerras terminaron en 1466 cuando se firmó el tratado de paz en Torun. En aquél año las tierras entre Torun y Gdansk se anexaron al territorio polaco. La ciudad jugó un papel muy importante en lo referente al comercio internacional como miembro de la Liga Hansética. En el siglo XVI el número de protestantes aumentó dejando a los católicos en minoría en la ciudad y durante la procesión de Corpus Christi en 1724 tuvieron lugar disturbios con fines trágicos.
Torun empezó a perder su prestigio en los siglos XVII y XVIII. Primero, las tropas suecas destruyeron y saquearon la ciudad, después Torun fue anexada al territorio de Prusia como resultado de la Segunda Partición de Polonia. Torun perteneció a Prusia durante cien años, con un corto período de pausa durante las guerras napoleónicas, cuando formaba parte del Ducado de Varsovia.
En el siglo XIX, la atmósfera de Torun cambió a la de ciudad frontriza psando a ser una ciudad alemana posteriormente. Siendo una de las bases militares, Torun fue rodeada por fortines construidos por los prisioneros franceses capturados por los prusos durante la guerra del 1870. El sistema de fortificaciones, que es un ejemplo óptimo de arquitectura militar, quedó intacto durante las dos guerras mundiales. A pesar de su importancia, las fortificaciones no son parte del mapa turístico de la ciudad. La presencia de los alemanes, que duró más de un siglo, legó la arquitectura neogótica típica que se puede apreciar hasta ahora.
Torun volvió a formar parte de Polonia tras la firma del Tratado de Versalles después de la Primera Guerra Mundial, pero los polacos no pudieron disfrutar de esta independencia durante mucho tiempo pues tras la Campaña de Septiembre del 1939, Torun fue ocupada por soldados alemanes que montaron campamentos para los oficiales de los fortines de Torun. El período de la posguerra contribuyó a la expansión de la ciudad en cuanto a su territorio y población. Torun llegó a ser una de las ciudades industriales más importantes de Polonia dominadas por centenas de casas bloques de cemento que hasta hoy en día proporcionan albergan a casi la mitad de la población. Afortunadamente, el Casco Antiguo de estilo medieval, que es un verdadero tesoro arquitectónico, se ha salvaguardado para disfrute de todos.