Zakopane

Zakopane es el centro montañero más popular de Polonia que cada año atrae más turistas y personas aficionadas a los deportes de invierno, pero también a los que quieren venir en verano para explorar las magníficas Tatras y pasar sus vacaciones en una buena atmósfera. De hecho, Zakopane es una población pequeña que destaca por su interesante arquitectura, su cultura popular, sus vistas maravillosas y su Calle Krupowski llena de vida tanto por la noche como durante el día.

 

zakopane

Desde los finales del siglo XIX Zakopane ha sido un centro turístico muy popular tanto en el verano como en el invierno. La población permanente de esta ciudad es de 30 000 personas, que no es mucho si lo comparamos con el número de visitantes que la ciudad recibe cada año (1 500 000). Lo que atrae a los turistas es sobre todo la posibilidad de descansar y las muy diversas maneras de relajarse que ofrece la ciudad con su variedad de entretenimiento, y sobre todo la buena reputación de este lugar. Los aficionados a los deportes y a las actividades que suben la adrenalina pueden escoger entre esquí, saltos de esquí, parapente, excursionismo, montañismo y ciclismo. También hay que tener en cuenta actividades tan sencillas como el pasear por la ciudad, el comprar de los artículos típicos de la zona y la artesanía local o una visita en el museo de Zakopane u otros monumentos.

La cultura tradicional y el arte de los montañeses incluyen la arquitectura, los tejidos, la comida local y la música, cuyos ejemplos se pueden admirar al llegar a la ciudad. De hecho, Zakopane se parece más a un gran pueblo que a una ciudad, con sus casitas de madera situadas al lado de casas de estilo Art Nouveau construidas en los finales del siglo XIX. En aquél tiempo muchos artistas muy conocidos de Polonia vivían en Zakopane, dejando un recuerdo de su presencia en la arquitectura y en el ambiente de la ciudad. La calle más famosa de Zakopane es la calle de Krupowki, la principal vía pública y el bulevar principal de la ciudad. Ahí se hallan numerosos restaurantes, cafeterías, tiendas y puestos de venta de zapatos hechos de piel de becerro (‘kierpce’), jerseys de lana, utensilios de cocina hechos de madera, vellones de oveja y del queso salado típico de la región llamado ‘oscypek’.

 

GEOGRAFÍA

Zakopane se sitúa en un valle justo delante de la montaña de Tatras, la parte más alta de los rocosos Cárpatos que forma la frontera entre Polonia y Eslovaquia. La cumbre más alta de estas montañas es el monte Rysy, de 2 499 m sobre el nivel del mar. En la dirección noroeste tenemos el monte de Gubalowka que da a un panorama maravilloso de Tatras. Zakopane está aproximadamente a 850 m sobre el nivel del mar, con varios arroyos que pasan por la ciudad.

El clima de Zakopane tiene mucho que ver con su ubicación en las montañas: la temperatura media es sólo de 4,3 grados, un poco menos de la temperatura media de Polonia. El viento de Foehn, muy fuerte pero cálido (que llega a 280 km/h), y que es un viento característico de las Tatras, puede influir en como se siente la gente de esta región e incluso en su bienestar físico. Zakopane forma parte de la provincia de Malopolska y está aproximadamente a 100 Km de Cracovia.

 

HISTORIA

Zakopane no es una población muy vieja. Su existencia fue mencionada por la primera vez en las fuentes en el siglo XVII. Al principio en este terreno existían varias poblaciones situadas entre Gubalowka y las Tatras. En el siglo XVIII Kuznice era el pueblo más grande y más importante (ahora es un barrio de Zakopane), conocido por sus fuentes de acero. En los principios del siglo XIX, el desarrollo de Zakopane fue muy grande, superando el de Kuznice y después de poco tiempo se construyó la primera iglesia parroquial en este terreno en 1847. Este edificio pequeño e impresionante todavía está en la calle Koscieliska.

En la segunda parte del siglo XIX Zakopane fue “descubierto” por la inteligencia polaca y por los artistas polacos, razón por la cual el pueblo se convirtió en un centro montañero muy popular. Lo que atraía a los artistas fue no sólo el clima y la belleza de las montañas, pero también la cultura popular de los montañeses de la región. El comportamiento alborotador de los escritores, poetas y pintores de la belle époque contribuyeron a la popularidad de Zakopane, haciéndola el punto de cotilleo más conocido de Polonia. Los paisajes y el clima de la ciudad hicieron que el médico de Varsovia, Tytus Chalubinski empezara a convencer a la gente que sufría de tuberculosis o enfermedades cardiacas que viniera aquí a vivir. Entre los residentes y visitantes más famosos de Zakopane podemos enumerar el compositor Karol Szymanowski, la actriz Helena Modrzejewska, el escritor Henryk Sienkiewicz y el pintor y diseñador Stanislaw Witkiewicz que inventó “el estilo de Zakopane” inspirado por la arquitectura tradicional de la región. Los admiradores de la región fundaron La Sociedad de las Tatras en 1873 para proteger la flora y fauna del terreno y popularizar las montañas. El desarrollo de Zakopane se aceleró en el año 1899, cuando se abrió la línea de ferrocarril entre Zakopane y Cracovia.

La prosperidad y la popularidad de este lugar siguió creciendo entre los años 1920 y 1930 y en 1933 Zakopane recibió los derechos municipales. Aunque la ciudad atraía a muchos turistas y artistas, como por ejemplo el excéntrico Witkacy (pintor y arquitecto, hijo de Stanisław Witkiewicz), los montañeros que vivían ahí eran pobres, lo que causó la emigración de muchos de ellos a los Estados Unidos.

Durante la Segunda Guerra Mundial Zakopane estuvo fuera de la actividad militar. Algunos de sus habitantes participaron en las movidas de resistencia como guías que llevaban a la gente al otro lado de la frontera y ayudaban a pasar de contrabando el correo, las armas y la prensa.

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