Cracovia

Cracovia es sin duda una de las ciudades más fascinantes y preciosas de Polonia. No sólo la espléndida arquitectura y los numerosos tesoros artísticos que hacen testimonio del tiempo en el que la ciudad era la capital y la sede de los reyes, sino también el especial ambiente del antiguo barrio judío y las obras maestras del modernismo polaco, hacen de Cracovia una de las destinaciones turísticas más populares de esta parte de Europa. Sin embargo, la belleza de la ciudad no consiste sólo en los monumentos históricos. Cracovia es un sitio muy animado que les ofrecerá una selección muy amplia de bares, clubes y restaurantes. Les invitamos a visitar Cracovia para descubrir sus encantos y ver a qué se debe su inmensa popularidad.

 

cracovia

Teniendo 755.000 habitantes, Cracovia es la tercera ciudad polaca por tamaño. Aunque en el siglo XVI Varsovia tomó el papel de capital de Polonia, Cracovia siguió siendo el centro cultural más importante del país. Afortunadamente, la ciudad salió casi ilesa de la Segunda Guerra Mundial. El Casco Viejo sigue tan magnífico como siempre y los bloques de viviendas de hormigón construidos durante el periodo del socialismo afean sólo las afueras de la ciudad.

Cracovia es también un centro académico de mucha importancia. Aquí se fundó la primera universidad polaca que hasta hoy en día goza de excelente reputación tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, Cracovia es conocida ante todo por ser la destinación turística más popular de Polonia. Entre sus atracciones podemos enumerar el antiguo castillo real llamado Wawel y el espléndido Casco Viejo rodeado por un bonito parque conocido como Planty que tiene la forma de anillo. En pleno centro del Casco Viejo se extiende la plaza del Mercado de los Paños, la más grande en Europa y que data del siglo XIV. La carismática y característica atmósfera de la ciudad atrae visitantes en todas las estaciones.

 

GEOGRAFÍA

Cracovia está ubicada en un valle formado por el río Vístula. En la Edad Media, el Vístula tenía muchos brazos y algunas partes de Cracovia (Wawel, Skalka, Kleparz) eran islas. Hoy en día el río tiene un cauce y las antiguas islas se han convertido en barrios de la ciudad. La parte más antigua de Cracovia está situada a la orilla norte (izquierda) del río.

Cracovia es la capital de la región de Malopolska (Pequeña Polonia) que se extiende hacia la frontera sur del país. La región es muy popular entre turistas que vienen aquí para visitar no sólo Cracovia, sino también sitios hermosísimos como Zakopane, Wieliczka, Krynica, Niedzica y Oswiecim. Zakopane está ubicado en las Tatras , las montañas más altas de Polonia, pero hay otras cordilleras: Pieniny y Beskid que también vale la pena explorar.

 

HISTORIA

Mencionada por primera vez en el 965 por un comerciante judío de Córdoba, Cracovia tiene muchas leyendas sobre sus orígenes. Una de ellas dice que la ciudad fue fundada por un tal Krak. Cuando Krak gobernaba en Cracovia en una cueva en la colina de Wawel habitaba un dragón. La bestia fue vencida por un zapatero Szewczyk Dratewka. Una vez en Cracovia, podrán ver la figura del dragón cerca de su cueva y visitar el histórico montículo que conmemora al legendario fundador de la ciudad.

La ubicación de la ciudad en una encrucijada de caminos favoreció el desarrollo de Cracovia. En el año 1000 la ciudad se convirtió en la sede del obispado y en 1038 asumió el papel de capital del país. En el siglo XIII Cracovia fue invadida por los Tártaros que destruyeron las construcciones de madera. Muy pronto, la ciudad fue reconstruida y hasta hoy la disposición de las calles recuerda a la del siglo XIII.

El esplendor de Cracovia empezó a principios del siglo XIV bajo el dominio de Casimiro el Grande, gran mecenas de las artes y las ciencias. En 1364 el rey fundó una academia, la segunda universidad en Europa Central. El siglo XVI y el reinado de Segismundo el Viejo y luego de su hijo, Segismundo Augusto, fue el apogeo del desarrollo de Cracovia.

Los siglos siguientes trajeron muchos cambios: la capital se trasladó a Varsovia, Cracovia fue dos veces saqueada y destruida por los suecos y luego, junto a toda la región de la Pequeña Polonia fue incorporada a Austria. En comparación con la ocupación rusa o prusiana, el dominio de Habsburgos fue el menos opresivo y en 1866 la región ganó cierta autonomía. El fin del siglo XIX estuvo marcado por el desarrollo cultural, intelectual y artístico muy importante que convirtió la ciudad en la capital espiritual del país inexistente. No fue una coincidencia que precisamente en Cracovia se formaran los Legiones Polacas encabezadas por Pilsudski.

Después de un corto periodo de independencia, los Nazis ocuparon la ciudad y la convirtieron en la capital del Gobierno General. De acuerdo con el plan de Hitler, quería eliminar la inteligencia polaca, el gobernador Hans Frank detuvo y deportó a los campos de exterminio a 183 profesores de la Universidad Jagiellonski. Pronto, el barrio de Podgorze se convirtió en gueto judío, liquidado en 1943. Los habitantes que sobrevivieron la liquidación fueron trasladados a los campos de concentración en Plaszow y Auschwitz. Afortunadamente, los alemanes no destruyeron la ciudad cuyo Casco Viejo nos deleita la vista hasta la actualidad.

Después de la guerra Cracovia se convirtió en el centro del movimiento católico anticomunista. Incluso la construcción de la planta metalúrgica Nueva Huta (hoy un barrio de Cracovia), con la cual los comunistas querían romper el marco religioso de la ciudad, no logró cambiar el ambiente anticomunista en Cracovia. Desgraciadamente, Nueva Huta tuvo otros resultados imprevistos: la polución destruyó varios monumentos. Renovada desde el año 1989, Cracovia es actualmente reconocida como uno de los sitios más maravillosos e interesantes de Polonia.

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