Le sigue el vodka considerado la bebida alcohólica más típica en Polonia, se cree que facilita el contacto interpersonal y permite romper hielo, pero su consumo va disminuyendo. Su nombre se deriva de la palabra ‘woda’ (‘agua’ en polaco) pero inicialmente se llamaba ‘okowita’ (‘aqua vitae’, o sea ‘agua de vida’ en latin). Se suele servir el vodka con arenques y pepinos en salmuera.
Żubrówka (‘vodka bisonte’) es uno de los más populares de Polonia. Viene de Białowieża, el único parque nacional europeo donde han sobrevivido los bisontes. Lo que caracteriza a este vodka es un tallo de hierba dentro de la botella que tiene un bisonte en la etiqueta. Esta hierba es la que da al vodka su sabor tan específico y su color verdoso. De entre los mejores vodkas claros, valdría la pena probar Wyborowa, Sobieski o Luksusowa. Además, aconsejamos degustar Krupnik, vodka con miel y hierbas, o Goldwasser, al que se le añade trocitos de oro.
El hidromiel (miód pitny), de sabor suave y muy característico, pertenece a las bebidas eslavas más antiguas.