Pequeña Polonia

Pequeña Polonia debería incluirse en el plan de viaje de todos los turistas. Las majestuosas montañas, los monumentos y obras de arte de incalculable valor, las esculturas de sal excepcionales y el rico folclore son sólo una parte de los atractivos de esta región. La provincia está situada en la parte meridional del país, en la cuenca alta del río Vístula. La ciudad más preciosa de Pequeña Polonia es, sin duda, Cracovia, la capital de la provincia y la capital histórica de Polonia. La ciudad se distingue por su arquitectura excepcional, así como por su ambiente mágico y una vida nocturna muy activa. Otro lugar frecuentemente visitado es la cercana ciudad de Oswiecim (Auschwitz), donde durante la II Guerra Mundial estaba el campo de exterminio alemán. Las minas de sal en Wieliczka han sido inscritas en la lista de UNESCO.

La frontera meridional de la provincia, que es al mismo tiempo la frontera de Polonia discurre a lo largo de varias cadenas montañosas. Para los aficionados al esquí y a las excursiones por la montaña (tanto a pie, como en bicicleta) uno de los sitios más atractivos son los Tatra, la cadena de montañas más alta de Polonia. La ciudad más visitada y una base de partida excelente es Zakopane, muy conocida por el rico folclore de los habitantes de la región. Las montañas Pieniny y Beskidy, así como la Meseta Krakowsko-Czestochowska con sus castillos numerosos y sus rocas jurásicas, son lugares exquisitos para las excursiones.

La economía diversificada de Pequeña Polonia abarca casi todos los sectores industriales y de agricultura. El centro industrial y de negocios más importante es Cracovia, que acoge también a la mayoría de las instituciones educativas, entre otras la universidad más antigua de Polonia.

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