La Provincia de Pomerania del Oeste se sitúa en la parte noroeste de Polonia, en la costa del mar Báltico, y es una de las regiones turísticas más atractivas del país. Cientos de kilómetros de la costa, fantásticas playas (muy anchas), miles de lagos de aguas cristalinas y un paisaje modelado por los glaciares aseguran unas condiciones exquisitas para el recreo activo de todo tipo. Además de la riqueza del paisaje, la región se caracteriza por una historia variada, que fue un mosaico de influencias alemanas, danesas y suecas. Sólo a partir de la época de posguerra estas tierras se encuentran dentro del territorio polaco. Hoy en día esta zona representa un papel importante en el intercambio comercial internacional, gracias a su emplazamiento al lado de Alemania.
Szczecin, la capital de la provincia, está situada en el valle del río Oder, cerca del Golfo de Pomerania, de la Zona Lucustre de Szczecin y del lago Debie. Los monumentos más antiguos de la ciudad son: el Castillo de los Príncipes de Pomerania, la catedral y el edificio barroco del Ayuntamiento. En Swinoujscie, no lejos de Szczecin, está el faro más alto en la costa polaca. Otras construcciones de este tipo se pueden ver, por ejemplo, en Niechorz y Kolobrzeg.
En la zona abundan atractivos turísticos. Los grandes balnearios, como Mielno o Miedzyzdroje en la época veraniega están llenos de vida, tanto durante el día, como por la noche. Los que buscan silencio y tranquilidad valorarán los pueblos pequeños de la costa, con sus playas anchas, que invitan no sólo a tomar el sol, sino también a dar paseos largos. Además, vale la pena visitar los rincones más hermosos de la isla de Wolin para ver sus orillas escarpadas y el Lago de la Turquesa. En el Parque Nacional de Wolin se encuentra una reserva de bisontes. También, se pueden ver allí las especies de aves únicas como el águila marina. En el Báltico polaco se puede ver la foca gris, en peligro de extinción.